Friday, June 20, 2008

EL ESPARRAGAL


A las nuevas tendencias. A la moda femenina que siempre nos atrae y levanta polémicas.

Que le queda poco a la primavera. Flores y bucólicas jornadas dan paso al estío más severo. La huelga de camioneros se ve tocar fondo y el gobierno sigue en su paraíso de inoperancia e ignorancia anclado. Permanecemos en el mismo estado catatónico, aunque nuestros bolsillos se resienten de forma alarmante. Es tiempo de pensar en cómo quitar “las chichorrillas” de más, en pensar en que vamos a emplear los cuatro días que podemos tener libre, porque el dinero ya está decidido que es para la hipoteca, y eso sin contar con nosotros. La primavera acaba y comienza el verano… ¡caliente!
Observo que un modelo a seguir en el aspecto de la moda femenina, es el que nos ofrece nuestra vicepresidenta. Es un símbolo a la delgadez extrema y al cambio permanente de ropa, eso si protegiendo zonas en las que la edad no pueda dejar su expresión de forma más patente. A raíz de observar a esta mujer, hago mi comparación, desde el punto de vista masculino, siempre muy discutible, de cómo está la moda en estos días ya próximo a fiestas de pueblo y a noches de jarana y verbena. En los chicos las cosas son poco cambiantes: camisetas deportivas, pantalones piratas y zapatillas escandalosas, medio playeras, medio deportivas. Las chicas si se muestran más sugerentes y “generosas”. Los pantalones “cagaos” tipo hindú, los shorts con mallas debajo y camisetas de tirantes luciendo el sujetador informalmente, descuidadamente y sugerentemente. No hay que entender mal, no es pensar “obscenamente”, es simplemente describir lo que se vive y lo sencillo y normal que ha de ser. Para algunos esto llega a límites pecaminosos, lujuriosos, y de todo tipo de crítica nefasta. No estoy de acuerdo con eso. La figura femenina, como la masculina, no tiene, a estas alturas, secreto alguno. Estamos suficientemente formados para saber de que estamos hechos y cuáles son nuestras cosas que nos hacen atrayentes para el sexo opuesto. Y es que la vida está montada así: ¡A mí me gusta lo que yo no tengo pero que tú tienes! Y en eso consiste. Pero no desviemos el tema. El paisaje urbano se llena de esta moda informal, fresca y sugerente con la que cualquiera puede pensar lo que le de la gana. Yo creo que es un campo de espárragos..¡Un esparragal! ¿Por qué?
Simple y sencillo. Viéndolos tan altos, delgados, largos y estilizados, a los chicos. A las chicas, delgadas, finas en exceso, luciendo carne con tirantes y cruzados de espalda y pecho, con “ofrendas” a la vista del viandante, siempre en bonitos cuerpos, cargados de vida y llenos de alegría, pues uno piensa, que si están “algo verdes” para la vida, y otros muchos que lo están en los estudios, pues eso, piensa que está en un campo de espárragos. Altos, delgados, algunos duros, otros tiernos, muy verdes y en espera de que alguien los prepare, o con tomate, o en revuelto de gambas y setas –aquí dejo libre pensamiento- pero que no dejen nunca de ser lo que son: jóvenes.

2 comments:

Anonymous said...

Estilizados espárragos que en la juventud se muestran.

Anonymous said...

this is few thinks about happiness and life...if you want look at:
http://ewelkam.blogspot.com/...and I finish comment your because my spanish is poor:)