Andar, dicen los entendidos, es muy bueno para la salud y para el bolsillo, es bastante barato el equipamiento y gratis los lugares por donde pases. Eso si, cuando se te ocurre salir con unos amigos para pasar unas horas en un “Spa” antes balneario de aguas termales, pues ves que el mes 
de Agosto, como quien dice, no es el más indicado para ir a estos establecimientos de ocio y salud y por supuesto, andar en el huco del día. Aunque te llevas la sorpresa cuando ves, en el citado local y territorio, cientos de personas de todas las edades y de todas las clases disfrutando de su tiempo libre, el poco o mucho que tengan, y gozan de la oferta que, con la crisis que tenemos, ni estos espacios un tanto elitistas, se libran en dar.
Puesta de bañador y recorrido por los diferentes “puestos” de divertimento de la piscina. En otro tiempo la simple “poza” o bañera; unos chorros o duchas a presión y pare Ud. De contar. Todos saben lo que ha evolucionado esto y ahora ofrecen muchisimas cosas lúdicas para disfrute de todos los que en ella concurren. Desde Mula, la más clásica forma de entender “los baños”, hasta Archena y Fortuna que son un constante renovar y adaptar a la demanda de un cliente de todo tipo.
Muchos de los que lean este artículo recordaran los primeros baños en Cieza, que no siendo más que para higiene, bien que ofrecía al pueblo lo que era considerado casi un lujo. Me refiero a los baños de Posete, ahora ya extintos y que pocos, como digo, recordaran. Es otro tiempo, otro contexto.
Pero sigamos con la historia de las cosas que hacemos, con razón o sin razón. Una vez tomados los baños en aguas no muy calientes, pero al fin y a la postre con una temperatura bastante alta, reflexiono y veo que no soy solamente yo y mis amigos los que estamos “locos” bañandonos en agua a 30ºC en un día que el termómetro marca 35ºC en el exterior. Hay un par de cientos de personas haciendo lo mismo. Es una forma de entender la conducta humana. Si después de esto, alguno de los presentes se queja del calor que hace, o no sabe lo que dice o francamente está divagando con su forma de ser.
No contentos con el “Baño caldo”, tras comer en un restaurante de un poligono industrial (hay que medir el presupuesto). Tomamos la decisión de ir a tomar el café a un pintoresco bar muy popular y concurrido: La casa pintada de Ceutí.
Aparcar el coche a eso de las cuatro de la tarde a unos doscientos metros del citado bar y, simplemente bajar del habitáculo para que el sol te diera una “ostia” que te dejará temblando, y no precisamente de frío, ya era el primer aviso. Andar esos doscientos metros fueron increíblemente difíciles, con ganas de llegar. Nadie, absolutamente nadie, se ve andar por el entorno; ni coches que se cruzaran… llegar y ¡Cerrado!... Es mejor
venir de noche que no “pega” el calor, y ya es de locos estar a estas horas vespertinas haciendo el tontarria por estos lugares de Murcia donde el sol, al ser verano, es el centinela que te hace dormir la siesta y no salir para nada.
Coche y a casa. No queda más tiempo para hacer el loco. La siesta nos da un respiro y las tardes del verano ¿para pasear?…¡para dormirlas y soñar con cosas buenas!
de Agosto, como quien dice, no es el más indicado para ir a estos establecimientos de ocio y salud y por supuesto, andar en el huco del día. Aunque te llevas la sorpresa cuando ves, en el citado local y territorio, cientos de personas de todas las edades y de todas las clases disfrutando de su tiempo libre, el poco o mucho que tengan, y gozan de la oferta que, con la crisis que tenemos, ni estos espacios un tanto elitistas, se libran en dar.Puesta de bañador y recorrido por los diferentes “puestos” de divertimento de la piscina. En otro tiempo la simple “poza” o bañera; unos chorros o duchas a presión y pare Ud. De contar. Todos saben lo que ha evolucionado esto y ahora ofrecen muchisimas cosas lúdicas para disfrute de todos los que en ella concurren. Desde Mula, la más clásica forma de entender “los baños”, hasta Archena y Fortuna que son un constante renovar y adaptar a la demanda de un cliente de todo tipo.
Muchos de los que lean este artículo recordaran los primeros baños en Cieza, que no siendo más que para higiene, bien que ofrecía al pueblo lo que era considerado casi un lujo. Me refiero a los baños de Posete, ahora ya extintos y que pocos, como digo, recordaran. Es otro tiempo, otro contexto.
Pero sigamos con la historia de las cosas que hacemos, con razón o sin razón. Una vez tomados los baños en aguas no muy calientes, pero al fin y a la postre con una temperatura bastante alta, reflexiono y veo que no soy solamente yo y mis amigos los que estamos “locos” bañandonos en agua a 30ºC en un día que el termómetro marca 35ºC en el exterior. Hay un par de cientos de personas haciendo lo mismo. Es una forma de entender la conducta humana. Si después de esto, alguno de los presentes se queja del calor que hace, o no sabe lo que dice o francamente está divagando con su forma de ser.
No contentos con el “Baño caldo”, tras comer en un restaurante de un poligono industrial (hay que medir el presupuesto). Tomamos la decisión de ir a tomar el café a un pintoresco bar muy popular y concurrido: La casa pintada de Ceutí.
Aparcar el coche a eso de las cuatro de la tarde a unos doscientos metros del citado bar y, simplemente bajar del habitáculo para que el sol te diera una “ostia” que te dejará temblando, y no precisamente de frío, ya era el primer aviso. Andar esos doscientos metros fueron increíblemente difíciles, con ganas de llegar. Nadie, absolutamente nadie, se ve andar por el entorno; ni coches que se cruzaran… llegar y ¡Cerrado!... Es mejor
venir de noche que no “pega” el calor, y ya es de locos estar a estas horas vespertinas haciendo el tontarria por estos lugares de Murcia donde el sol, al ser verano, es el centinela que te hace dormir la siesta y no salir para nada.Coche y a casa. No queda más tiempo para hacer el loco. La siesta nos da un respiro y las tardes del verano ¿para pasear?…¡para dormirlas y soñar con cosas buenas!
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